San Salvador, 28 de julio de 2018.

 

Lo obligaron a llevar hasta 16 baterías en el recto, murió tras salir del hospital en Mejicanos.

 

Afiladas hojas de afeitar, cerillas o “fósforos”, cigarros, chip, mariguana, baterías para celular. La pandilla lo convirtió en una “caleta humana”. Y así fue como murió.

A Melvin Daniel García Martínez (23) alias Seco o Chilazo sus compinches de la clica Columbia Liros Saicos de la pandilla 18R del municipio de Ciudad Delgado lo embriagaron la mañana de este jueves.

Luego le introdujeron en el recto –como se supo posteriormente- dos paquetes con un total de 16 baterías para celular, 15 hojas de afeitar, 11 cigarrillos, 2 porciones de marihuana, un chip y una caja de fósforo, objetos que le provocaron graves daños en su organismo que 24 horas después le provocaron la muerte.

Pero antes de morir faltaba más. Lo obligaron a esconder una cartera con documentos de identificación de una mujer, pues el objetivo de la pandilla era que Melvin fuera capturado, acusado de robo, para introducir la carga que llevaba escondida dentro de su cuerpo a las bartolinas de la subdelegación policial de Mejicanos, donde se concentran los reos.

Mientras patrullaba en una colonia de Ciudad Delgado, una mujer se acercó a la unidad policial ante la que denunció haber sido víctima de asalto, describiendo al presunto hechor y señalando la ruta por donde supuestamente huyó.

La policía dio con el individuo, que resultó ser Melvin Daniel, con el presunto botín en su poder, por lo que fue llevado a las bartolinas de la subdelegación de Mejicanos, cerca del mediodía del pasado jueves.

Por su estado de embriaguez y para proteger su integridad él fue dejado esposado fuera de las celdas.

Como parte del protocolo para detectar ilícitos dentro de sus cuerpos, a los reos se le obliga a realizar flexiones. De inmediato, al comenzar el ejercicio, Melvín Daniel expulsó por el ano el primero de los paquetes, manifestando, además, que se sentía muy mal por lo que fue llevado de urgencia al hospital nacional Zacamil.

Ahí una radiografía demostró que aun alzaba una parte de los objetos por lo que tras suministrarle un laxante expulsó el resto. En el centro hospitalario permaneció cerca de 24 horas.

Tras recibir el alta, el reo fue llevado de regreso a las bartolinas.

La tarde de este viernes, mientras permanecía aún convaleciente en un pasillo, pidió ser llevado al servicio sanitario. Tras una espera prolongada y al ver que no salía, los agentes se acercaron al lugar, descubriendo que permanecía en el sitio pero ya sin vida.